1/22/2019

Nuevas publicaciones 22/01/2019 (I) “Siempre fuiste” y (II) “Traspié”


(I)


Siempre fuiste


Qué somera la respuesta.
Inesperada, válida y suficiente;
más allá de que fue la mejor propuesta
previamente consultada con tu gente.

Cuando me refiero a “tu gente” digo
que he puesto tu interés en primer lugar,
dejando muy atrás lo que yo persigo,
pero buscando en seguro puerto atracar.

La idea siempre fue la misma,
por más matices que pudieron darle ellos.
Fuimos desde la base hasta la cima,
examinando tanto lo oscuro como lo bello.

Un consenso, un acuerdo justo, acertado,
sentido común y sindéresis colectiva,
sin dar, ninguno de ellos, por sentado
que la satisfacción personal sería asertiva.

A fin de cuentas, mi intención es buena,
desde el principio y hasta ahora lo fue;
así que si algo realmente no me apena
es tomar tu palabra con inmediatez.

Que conste que dije claramente
que siempre fuiste mi prioridad.
Con tu permiso y el de los presentes 
me retiro, no hay nada más que hablar.


 


(II)


Traspié


Se conjugan los verbos
con esperanza de cumplir el deseo,
aunque, solo, desde mi lado observo
que estás presente, pero no te veo.

¡Sí! Es tu cara, tu cuerpo, eres tú;
más tu alma, tu pasión, tu fuego, no.

Hablamos de escenarios reales, tangibles,
no utópicos, hipotéticos ni soñados.
Una fantasía real que se describe
en palabras de un cuento narrado.

Protagonistas los dos, pero yo un extra.
¿Hastío? ¿Desencanto? ¿Monotonía?

Darle largas.
Estirar la arruga.
Soportar la carga.
Peor que la enfermedad, la cura.

Decirnos adiós amistosamente
después de haber pasado por tanto
y seguir buscando amor insistentemente
traspié tras traspié, llanto tras llanto.




No hay comentarios:

Publicar un comentario