10/27/2020

Nuevas publicaciones 10/27/2020 (I) "Ahí te mojas" y (II) "Sintonía"

(I)


"Ahí te mojas"


Promesas, compromisos, pactos,

acuerdos, juramentos, tratos...

¿Quién no los hizo? ¿Quién los cumplió?

Él, obviamente, pero ella ya lo olvidó.


Entonces se dedicó a vivir el tiempo,

no los días, no las tardes, no las noches,

sino los instantes, los momentos,

sola, con algo, con alguien, sin reproches.


Dejó a un lado las críticas, los prejuicios,

las malas lenguas, las primeras impresiones,

se armó de paciencia sin salirse de quicio

y mantuvo el control en todas las situaciones.


De vez en cuando, de cuando en vez,

algo de nostalgia y añoranza de lo vivido,

pero sin dejarse llevar por la insensatez

de juzgar al presente por un pasado fallido.


Frente en alto, sonrisa eterna, cabeza fría,

yendo a la par de lo acontecido,

mientras oportunidades iban y venían

la fortuna del amor de nuevo le ha sonreído.


Otra vez promesas, compromisos, pactos,

nuevos acuerdos, juramentos, tratos...

ahora es otro quien se sonroja,

ella está seca y él ahí se moja.





(II)


"Sintonía"


No sé qué nombre darle

a este poema con sentido,

y lo escribo solo para expresarle

algo de mí que ella nunca ha sabido.


Día uno de una historia sin final

porque al parecer su sueño será eterno

y no es su culpa no poder cristalizar

el quizás más grande de sus anhelos.


De una necesidad

a una sensación indescriptible.

De una noche nada más

a un momento irrepetible.


La necesidad de que estuviera

fue la causalidad de su presencia

sin ningún vínculo que nos uniera

hasta que pareciera coincidencia.


No debía

y se arriesgó, muy a su pesar.

No sé si llamarlo valentía,

ganas, deseo o necesidad.


Y mira hasta donde nos trajo

un río sin caudal,

aguas abajo con el trabajo

de contra a la corriente nadar.


Solo puedo decir a mi favor

que nunca le di esperanzas,

lamentable situación

para quien de insistir nunca se cansa.


Lo bueno es que ha crecido,

muchísimo, desde entonces a hoy día,

y un bonito sentimiento, quizás adormecido,

es lo que mantiene la sintonía.