6/30/2015

Nueva publicación 30/06/2015 "Mi vuelo"


"Mi vuelo"


Única, directa, intensa, brillante, 
así era la luz que la rodeaba
en su lento andar por la bajada
mientras subía el caminante.

Les dio la bienvenida la vista 
a los otros cuatro sentidos
diciéndoles: ¡Sean bienvenidos!
Que comience la entrevista.

Cada sentido apuntó al blanco,
disparo a quemarropa, certero,
desvalidos los cuerpos enteros
quedaron sin acuse de espanto.

La palabra, hasta entonces, ausente 
hizo magistral entrada al ruedo
dejando a tiro de torpedo
la unión plena de los presentes.

Y yo, solo un inmortal testigo,
creador de historias con inicio
de terrenos planos sin precipicios
para desconocidos y amigos.

Saben quién soy, que nada pido,
esperan ansiosos mi llegada
y que mi flecha haga la jugada
mientras en mi vuelo me despido.



6/24/2015

Nueva publicación 23/06/2015 "Resplandor"


"Resplandor"


La sombra descrita en el umbral
no fue menos espeluznante y fría 
que las palabras que pronunciaría
cuando ya a sus pies me tenía.

La luna es testigo frontal
de la inevitable senda tomada,
en primer plano ve la retirada
de quien otrora fuese mi amada.

¿Y quién era yo para detenerla?
¿Y quién fui para tener ese derecho?
 Ya el daño, para mí, está hecho,
me tocará superar el despecho.

Causas, razones, motivos, porqués,
sobraron desde su perspectiva,
incluso antes de mostrarse esquiva,
para declararme su despedida.

No hubo portazos ni enfrentamientos,
no hubo disputas y menos rencillas,
para ella, todo resultó de maravilla
a la par del giro de las manecillas.

Porque tuvo en el tiempo un aliado
y de mi lado un acérrimo enemigo
que clavó su daga en mi ombligo
como la traición del mejor amigo.

Quedan la esperanza y la fe
acompañando de nuevo al desamor,
en la triste espera del resplandor
del sol para que el capullo sea flor.




6/17/2015

Nueva publicación 16/06/2015 "En conjunción"


"En conjunción"


«Ahora bien, si tú me domesticaras nos necesitaríamos el uno al otro»
"El principito" de Antoine de Saint-Exupéry


Empieza el canto con voz melodiosa,
de plano a plano, con acordes sonoros,
y escoge justo a la más odiosa,
pero de todas la más hermosa del coro.

Puntería nada certera del ambicioso
que quiere, pero no puede, «grosso modo»,
sin antes haber repasado "el oso"
de lucir a su lado cual Cuasimodo.

Desenfunda su mirada deseosa
de, al menos, ver en su boca gesticular
su nombre suelto como la mariposa 
andando libre en el aire en su volar.

Y sus sueños son grandes y geniales
como las nubes en el inmenso cielo
simulando figurales excepcionales
entre sus rubios y lacios cabellos.

Ella tan distante y él tan cercano
como agua y aceite en el mismo envase,
se le escurre entre el par de manos
la idea de conocerse al acercarse.

Los temores y los prejuicios hacen suyo,
mientras la mirada agacha de frustración
y en sus oídos aparece el tierno capullo
de una hermosa historia en gestación.


―Hola Cuasimodo. ¿Cómo estás?
¿Qué haces con la cabeza gacha?
¿Acaso no la piensas levantar 
para ir a conocer a esa muchacha?

 Y la conciencia hizo su parte
para darle más que un empujón,
moviendo al planeta Marte
y poniendo a Júpiter en conjunción.





6/09/2015

Nuevas publicaciones 09/06/2015 (I) "Mi temor", (II) "Karma" y (III) "Debes irte".


(I)


"Mi temor"


Mis temores no son infundados, son una condición adquirida como ser humano pensante, a lo real, a lo desconocido, estimulados los sentidos por quien fue y no debió ser, por lo que estuvo en el sitio y momento equivocado.

Mi temor no es al tiempo, es el único enemigo que me ha enfrentado desde que nací, sin medias tintas, sin doble cara, sin fachadas, sin rodeos.

Mi temor es a las distancias, esas que unen, las mismas que separan, que hacen vital a la tecnología para escucharse, mirarse, dejando vanas tantas sensaciones que el cuerpo y el alma demandan.

Mi temor no es a la muerte, oscura, fría, indeseada, amarga y triste, tan mística, innombrable para muchos pero bien sabida por todos, ninguno escapará de su largo brazo, tan legal como la vida misma.

Mi temor es al descuido, a la dejadez, al permitir que las cosas sean como son sin querer buscarle un sentido más amplio, más profundo, más vital y más cónsono con el deseo de hacerlas ser más y mucho mejores.

Mi temor no es a ser pobre, ni tampoco a no ser millonario, porque se viene al mundo desnudo, sin nada, nace uno tan puro y casto como una hoja blanca, que puede servir tanto para escribir una hermosa poesía como para hacer un avión de papel.

Mi temor es a no saber, a ser inculto, a que me sean lo mismo el diccionario y el dinosaurio, a que me sea indiferente el acento en sábana y quiera yo arroparme con la sabana, a que siempre mezcle la gimnasia con la magnesia y que tenga la certeza de que pesa más el kilogramo de plomo que el kilogramo de plumas.

Mis temores no son los tuyos, porque Dios no nos tienta más de lo que podemos soportar (1 Corintios 10:13), y aunque aprender en cabeza ajena es lo que resulta más barato, siempre nos sale mejor esto de que "cada loco con su tema".




(II)


"Karma"


"Prometer, prometer y prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido" Cultura popular


Para qué bajar estrellas
si allá arriba se ven más hermosas,
brillantes, únicas, bellas,
cual gota de rocío en pétalo de rosa.

Para qué regalar la luna
si allá arriba es reina de las noches,
fulgurante como ninguna
luz frontal de cualquier coche.

Para qué ofrecer el sol
si allá arriba es el astro rey mayor,
a todos nos regala calor
y a las plantas ayuda a tener color.

Para qué hacer promesas,
para qué ofrecer villas y castillas,
para qué guardar sorpresas
en la espera del que ensillan.

Artimañas, labias, mentiras, charlas,
falacias, embustes, engaños y más
cargan las heridas como balas
en quienes ven caras de única faz.

El karma existe, así que mal no haga,
pues "todo muerto tiene doliente"
y "el que la hace la paga"
al "ojo por ojo y diente por diente".




(III)


"Debes irte"


Crujen las hojas, secas, apiladas,
haciendo las veces de alfombra,
mientras avanza lerda, hipnotizada,
soñolienta, a la par de su sombra.

El camino se encoge uniforme
en armonía con su triste suerte
sin poder sentirse al fin conforme
de que viene segura su muerte.

Su mirada perdida aunque enfocada
divisa la silueta perfecta del objetivo, 
cambia el semblante en su avanzada
diciendo: ―Hasta hoy... ¡yo vivo!

El personaje no dista de la realidad
sin hacer eco de su mítica existencia
punto de referencia sin la vanidad 
de quienes marcan sutil diferencia.

Hizo algo bueno, hizo algo malo,
lo hizo consciente o fue involuntario,
olvidando el orden de los juzgados
por nadar en el sentido contrario.

No hay más camino que acortar,
despierta y se mira frente al espejo,
la realidad hoy le toca afrontar
de la luz oscura hoy es un reflejo.

Desmaquillante, algodones y tijera
como armas letales del pasado,
sepultarán lo triste e infeliz que era
el monstruo que otros habían creado.

Entre cansancio, hambre y resaca,
el cuerpo no le da para mucho,
de su más intimo ser, fuerzas saca
y se dice: ―¡Habla! Yo te escucho.

El monólogo inicia sin demora,
concurren pasado, presente y futuro,
en el mismo lugar, fecha y hora,
se derrumban fachadas y muros.

―Por algo que perdí me he perdido,
mucho desde entonces ha pasado,
y sin querer, me he convertido
en todo lo que siempre había odiado.

Asiente... Fase de aceptación.
Frunce el ceño... Fase de enojo.
Salen lágrimas... Fase de frustración.
Su piel blanca se tiñe de rojo.

Encuentra calma en posición fetal.
El silencio interrumpe su sollozo.
Levanta el rostro y prueba el metal
en sus dientes con gesto morboso.

Saborea el triunfo del renacimiento,
la larva transformada en mariposa.
Por fin, ha llegado el momento:
―Debes irte... ¡Recoge tus cosas!