8/28/2018

Nuevas publicaciones 28/08/2018 (I) "Piedra" y (II) "Sabores"


(I)


Piedra


Para muchos un simple objeto o cosa
que ante sus ojos pasa inadvertida.
«El que no sabe es como el que no ve»
frase más seria que divertida.

La ignorancia es una elección a veces
pero para otros es un gran problema
que hay que erradicar con creces
aunque no sea el objetivo del sistema.

Yo unas veces la vi de cerca en pesadillas
y otras pocas de lejos en algunos sueños.
Nunca sentí complejos ante ella,
por el contrario... su amo, señor y dueño.

En el plano onírico todo es posible
pero nosotros no tenemos el control,
lo mejor es tomar acción ante lo imposible
para en la vida evitar angustias y dolor.

Yo le puse límites y barreras
mas llegué a saber de su valor natural,
su dureza, sus magnitudes, su poder,
su existencia por sí sola es vital.

Tropieza que tropieza y tropieza,
una y otra vez,
por descuido, por gusto, por torpeza,
un ciclo que infinito para todos es.

A unos los envuelve como la hiedra
y cuando la consumen es evento notorio,
pero mi caso es peculiar pues la piedra
me ha causado no adicción sino jolgorio.



(II)


Sabores


No se trata de empatía 
sino de que haya equilibrio en la balanza,
pero si no hay y se porfía
no bastará seguir con alabanzas.

Ruegos sumados a esperanzas
que llegarán algún momento al hastío
del que vive pensando en añoranzas
de algo que hace tiempo ha perdido.

Sin embargo uno insiste y está decidido
a lograrlo a pesar de cualquier tranza
que el destino haya infligido
para cobrarnos como su mayor venganza.

Con fe ciega en que “todo pasa”,
de que nada es infinito y que un día
llegará la suerte y con bonanza
la esperamos con optimismo y alegría.

Esa sensación de plena confianza
de que sí se cumplirá la Epifanía,
sin ánimos de arrogancia
porque así uno de los dos lo quería.



8/21/2018

Nuevas publicaciones 21/08/2018 (I) "Sin pretextos” y (II) "Tus alas”


(I)


Sin pretextos


—«Callado te ves más bonito»—
le dijo Miss Zulia esa vez al feo.
Guardó silencio infinito;
deambulando hoy en soledad lo veo.

—«En boca cerrada no entran moscas»—
respondió con frialdad su proxeneta.
Los jóvenes del caserío hoy le dicen loca;
abstraída, anda en sostén y pantaleta.

—«El pez muere por la boca»—
le acusaba su cómplice criminal.
Intoxicado, por sobredosis de coca,
fue hallado muerto en el terminal.

—«El que calla... otorga»—
replicaba una esposa al marido.
—«¡Más ayuda el que no estorba!—
dijo él al atinarle tres mortales tiros.

—«Que hable ahora o calle para siempre»—
leyó el cura con voz clara y precisa. 
Temblaba de emoción el novio, Vicente,
lloraba por lo mismo la novia, Patricia.

—«Dime con quien andas...»—
insinuaba la madre tolerante al hijo.
Él es quien dirige la banda,
el paradero de su madre... un acertijo.

Decimos, leemos, escuchamos,
frases acertadas en tiempo y contexto,
refranes con los que nos identificamos,
bombas detonadas sin medir efectos.




(II)


Tus alas


Así somos... diferentes.
Para ti perfecta excusa, justificación,
razón sobrada, suficiente
para desviar de mí tu atención.

De polo a polo, somos extremos,
en sentidos opuestos nos dirigimos,
similitudes entre nos desconocemos,
cociente inexacto de números primos.

Me ves igual que toda la gente,
como uno más entre tantos,
no dejas que al menos intente
demostrarte alguno de mis encantos.

Puede que físicamente no sea un portento
ni luzca como un modelo de tangas,
pero vaya que tengo talentos
y hasta un par de trucos bajo la manga.

Como podrás haber visto
autoestima no me falta ni me sobra,
prefiero ser un hombre bueno y listo
a uno que solo se ame él y a su sombra.

Más allá de tu bonita apariencia
hallé en ti una gran lista de atributos
por lo que anhelo obtener tu licencia
para compartirlos a mi ancho gusto.

Lo que te pido es una oportunidad,
que de a poco me dejes avanzar
y acercarme con la plena seguridad
de que no abrirás tus alas para volar.



8/14/2018

Nuevas publicaciones 14/08/2018 (I) "Sicaria" y (II) "A usted"


(I)


Sicaria


Pulula camuflada, inapreciable,
se escabulle fácil en el pajar,
certera con la precisión de un sable
en manos de un guerrero militar.

Sigilosa calcula los pasos,
achica distancia con la presa,
cuando es justo el tiempo y el espacio
actúa con sutileza.

Una causa como criminal,
para su víctima un efecto,
consecuencia y resultado final
en la ejecución del crimen perfecto.

La persona el ataque desconoce,
nunca predice tal escenario,
se enterará después del goce
de la proeza de su victimario.

Una vez consumado el hecho
y la sed por acabar ha saciado,
a un nuevo incauto dará acecho
tal y como con su cuerpo ha acordado.

Uno tras otro irán cayendo
en su falsa trampa de amor
y mientras el tiempo va corriendo
la sicaria pierde... su precio y su valor.




(II)


A usted


A usted,
que la amé, la amo y la amaré,
le dedicaré
esta humilde poesía.

No hace falta
que la reciba como carta,
por esta vía basta
para que la lea en su lejanía.

Podría dar unos detalles
para que se enteren en la calle
que es usted quien se amolda a mi talle
y es mi perfecta compañía.

Pero mantendré en secreto
su identidad por completo 
para que no arruinen lo nuestro
y reine eterna entre nos la armonía.

Es que este poema es todo suyo,
lo reitero con mucho orgullo
y como bien le conozco intuyo
que la llenará plenamente de alegría.

Déjeme decirle primero
que con el mayor de los esmeros
la quise, la querré y la quiero
así como nunca a alguien querría.  

Declaro, en segundo lugar,
que si Dios antes me ha de llevar
en el cielo contento he de esperar
su final llegada... vida mía.

Por último, y no menos importante,
quiero que sepas eterna amante
que aunque hoy estemos distantes
te amo igual o más que el primer día.




8/07/2018

Nuevas publicaciones 07/08/2018 (I) "Despertar” y (II) "A juzgar"


(I)


Despertar


El box, las sábanas, el colchón,
te elevan esta noche para soñar,
tu cuerpo y mente en conexión
dejan a tu yo consciente volar.

Pero la cama se hace gigante,
las almohadas se minimizan,
las paredes y el techo al instante
son arrancados por la brisa.

Tu sueño se convierte en pesadilla,
el desespero se apodera de ti,
ya no es una cama sino una camilla
a la que te has forzado a asir.

Y el viento te eleva muy alto,
tan alto que ya no temes a la altura,
la adrenalina te da un arrebato,
no te controlas, adiós cordura.

Recuerdas al personaje del cuento,
tu fantasía de niña se hace real,
tal sensación te hace creerlo cierto
pero te ha tocado despertar.




(II)


A juzgar


La luz en tu cabello despeinado
reposa como el brillo de la luna
en el oscuro suelo asfaltado
a esta hora de la noche, la una.

El misterio de tu mirada
confundido en tu juvenil apariencia
me ha abstraído de la nada
buscando la respuesta a tu ciencia.

No sé si recién despiertas
o si has estado siempre desvelada;
mirándome fijo así, soñolienta,
he descubierto tu coartada.

Usas el viejo truco del escote
que deja surgir tus atributos,
como mis palabras esta noche,
así al natural y sin tapujos.

Mis deseos carnales resurgen
en abultada cuenta por pagar,
a mi fría epidermis le urge
tocar la tuya sin prisa, sin parar.

Perdidos en la noción del tiempo
no me atrevo a mirar el reloj,
pero a juzgar por tu húmedo cuerpo
ya no es la una, somos dos.