(I)
Resiliencia
“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta»
Teresa de Jesús
Desde otros puntos de vista
tildado de masoquista
pero en mi mente optimista,
soñador y hasta idealista.
Con sobradas razones en casos
para equivocarme en cada paso
pero con fortuna de ir despacio
al abrir los ojos y hasta el ocaso.
Nublada la vista con una imagen
de los dos en ese hermoso paraje,
sin nada que me suba o me baje
de ese... mi constante viaje.
Un trayecto que visualizo
así como Dios al Universo hizo,
perfecto, sin magias ni hechizos,
desde tu cielo hasta mi piso.
Estoy seguro de que vienes y vas,
cerca o lejos pero por llegar,
separados en el mismo lugar,
preparándonos para aquí estar.
Alegría, regocijo, equilibrio, verdad,
parsimonia, armonía, prosperidad,
plenitud, gozo, logro, estabilidad,
dicha, sintonía, satisfacción, paz.
Responder con conciencia
a su intermitente presencia
o a su prolongada ausencia
con mi mayor virtud, la resiliencia.
(II)
¡Sempiterno amor!
«Hay recuerdos que no voy a borrar,
personas que no voy a olvidar...»
Fito Páez - Brillante sobre el mic
La primera sensación
de tu beso en mi mejilla,
fuegos artificiales, sonora explosión,
flaquearon mis piernas, mis rodillas.
Pero hoy no estás...
Tus gafas, necesarias, suficientes
para realzar tu sobrado intelecto,
la combinación congruente
de ti y mi certero sentimiento.
Pero hoy no estás...
Tu hermoso nombre de sorpresa
inesperado para ese entonces
elevó mi ingenuidad, mi torpeza
cual si fuese un infante de once.
Pero hoy no estás...
¿Consecuencias? Causa y efecto.
Recuerdo muy bien el día
de tu buena acción, tu buen gesto
que me hizo creer que serías mía.
Pero hoy no estás...
Solo Dios sabe cuántas veces
en otras caras quise encontrarte
pero mi esperanza nunca perece
pues mi destino escribo como arte.
¡Sempiterno amor!
