10/30/2018

Nuevas publicaciones 30/10/2018 (I) “Con creces” y (II) “Con placer”


(I)


Con creces


Todo empiezo a verlo normal
como si nada nuevo pasara,
como si todo siempre hubiese sido igual
desde la primera hora de la mañana.

Todo me resulta familiar:
las voces, las imágenes, la temperatura.
Empiezo a creer que son verdad
todas aquellas viejas conjeturas.

Todo es así como decían,
tal cual como yo lo pensaba,
como en los cuentos lo describían
y yo en mi mente lo dibujaba.

Todo se presta para mi fin,
para mi objetivo único y definitivo,
será a juro y porque sí
la cúspide de lo decidido.

Todo como un cuadro por encargo,
como un retrato hablado a carboncillo,
de mi esfuerzo es lo único que me valgo
para ser excelente, humano y sencillo.

Todo estará donde debe estar,
ocupando el lugar que merece
y también estaré yo para disfrutar
las maduras... ¡y con creces!




(II)


Con placer


En algún momento paso por tu mente,
lo sé.
Tengo certeza de que por mí sientes
lo mismo cuando nuestra primera vez.

Que no estemos juntos hoy
es otra cosa muy distinta,
pero nada ha cambiado y soy quien soy
aunque de mí tengas otro punto de vista.

Lo peor es que estás equivocada
pues nada de lo que crees es cierto;
te dejaste engañar en una jugada
planeada por envidiosos de lo nuestro.

En el fondo sabes que es mentira
y eso te carcome el alma,
pero el orgullo para atrás te tira
y no deja que tu mente tenga calma.

Y afirmo con total honestidad
que aquí sigo esperando a que regreses,
con tus pocas palabras de sinceridad
para que lo nuestro de nuevo empiece.

Ya que pudiste leer este poema
espero no tardes mucho en volver
porque ambos sufrimos la pena
mientras otros la disfrutan con placer.



10/23/2018

Nuevas publicaciones 23/10/2018 (I) “Les ama” y (II) “Algo”


(I)


Les ama


Mi “casa” para ti siempre abierta,
sala, comedor, baños, cocina y mi cuarto,
mi diosa de ébano al cerrar la puerta
con tus curvas y movimientos de infarto.

Sumergidos en el vaivén del momento,
por el calor de nuestros cuerpos sedientos,
decidimos salir un rato del apartamento
a cenar, estábamos también hambrientos.

Como siempre yo en el carro de piloto
y tú a mi lado con sobrada elegancia,
tu cara de satisfacción a detalle noto;
qué morena tan linda, parece de Francia.

Disco tres días y domingo restaurante,
mi tercera casa de fines de semana,
ordenamos dos pizzas al instante
y esperamos tomando dos “cerbatanas”

Mi as bajo la manga tuve que usar
para que por un rato el tiempo olvidaras,
a la pista te invité a bailar
cuando en las cornetas reggaeton sonaba.

Bailamos como nunca después pudimos
hasta que la orden llegó a la mesa,
caíste en cuenta de lo que hicimos
mi plan perfecto para ti fue sorpresa.

Ese día fui feliz, mucho, demasiado,
te agradezco eso una y mil veces,
me recuerda lo bonito del pasado
y mi alegría por sí sola crece.

Sí existen los instantes perfectos,
esos que se quedan anclados en uno.
Intentar repetirlos procuras, mil intentos,
pero como ese, nunca, jamás... ninguno.

El nuestro es uno de esos escasos cinco
que en mi mente están grabados.
Bonito recuerdo de mis “veintipico”
cuando estaba recién graduado.

Tú no lo recuerdas, de seguro
y qué bueno que sea así.
Hoy tu presente es oscuro
mientras que el mío brilla porque sí.

Anécdota que contaré una y otra vez
y tú eres la protagonista chama,
prueba que da certeza y fe
de que un domingo cualquiera les ama.




(II)


Algo


Pides "algo",
algo de mí,
que nos ayude a salir del letargo
en que nos acostumbramos a vivir.

Algo "de muerte",
de una muerte "lenta"
que nos devuelva la suerte,
suerte de la que suma y no resta.

Muerte para "retornar",
retorno sin crucifixión,
la vuelta "a nuestro momento" de amar
en esa otrora utópica relación.

Un retorno en "líneas" congruentes
"que hagan suspirar" lento
"por segundos" que no nos afecten
a ti, en lo que ves, ni a mí, en lo que siento.

Líneas continuas, paralelas,
que, al segundo, por ti rimarán,
"que llenen el vacío" con las estelas
de meteoros que el cielo cruzarán.

Vacío con desvelos sin deseos;
en ajedrez yo un peón y tú un alfil,
yo paso a paso y tú sin peros,
triste juego "que dejaste al partir".

Nos quedan el futuro como auxiliar,
los gatos con todos sus misterios,
las cosas bonitas por recordar
y las malas rumbo al cementerio.



10/16/2018

Nuevas publicaciones 16/10/2018 (I) "Para hola" y (II) "En solitario"


(I)


Para hola


Los errores se pagan,
unos caros, otros no tanto,
así que hagan lo que hagan
procuren no cometer unos cuantos.

Nada más difícil que pedir perdón,
no menos lo es una disculpa,
estando en esa posición
del que tiene la culpa.

Sabemos el daño que causan
el engaño, la mentira, el abuso.
No le ponemos al mal una pausa
ni lo dejamos como algo en desuso.

La mayoría de nuestras acciones
tienen sus consecuencias en terceros.
Nos enfocamos en las tentaciones
y dejamos atrás a quien debe ir primero.

Pero es sumamente tarde ya
para abrir los ojos y ver que hicimos
un daño irreparable a los demás
cuando en egoístas nos convertimos.

Lo peor es querer volver a ser,
a estar en ese sitio que ocupaste
y que ya no has de merecer
por todo el dolor que ocasionaste.

Por más genuino que sea mi sentimiento
perdí el lugar en esa cola.
Mis palabras para ella no tienen peso
ni para adiós ni para hola.




(II)


En solitario


Entre tantas calles y avenidas
decidimos cruzar miradas.
Una bala perdida
pero sí que bien gastada.

Para ser el único chance
sí que tuvimos mala puntería.
Perdimos todo el balance
además de la sincronía.

Quizás lo que entonces tocaba
era lo justo y lo necesario.
Yo sí que mal lo pasaba
en cada día del calendario.

En cambio tú, bien divina,
dando tumbos a mis espaldas.
Y vaya si hoy derecho caminas
incluso cuando vas de falda.

En fin, ya pasamos la hoja,
vemos todo aquello como anécdotas.
Ya hablamos y nada nos sonroja.
Yo superé lo tonto y tú igual lo déspota.

Ahora coincidimos virtualmente,
nos damos sorpresas y sin recovecos
decimos lo que cada quien siente
sin yo decirte necia ni tú a mí terco.

Todo nos huele a vainilla y sabe a limón,
vemos completamente negro el panorama
pero en absoluta sincronización
de no formarnos nunca algún drama.

El resultado de nuestra ecuación da cero
sin reducirlo a su mínima expresión.
Resolvimos en solitario ser sinceros
para no intoxicarnos en la mera intención.



10/09/2018

Nuevas publicaciones 09/10/2018 (I) "El verde" y (II) "Emperatriz"


(I)


El verde


Como si fuese ayer recuerdo
la primera vez que nos vimos,
tú en tu uniforme de colegio
apareciste como un espejismo.

Me miraste como quien ve al infinito
y hubo un clic instantáneo, inmediato.
Me puse el traje de “cabeza de chorlito”
y empezamos a dibujar nuestro garabato.

Yo que nada hacía fuera de lo ordinario
manteniéndome al margen del resto,
viniste para hacerme actuar al contrario
y convertirme en lo que aún hoy detesto.

¡Cuánto cambiaste! ¡Cuánto creciste!
Creo que yo también lo hice a la par.
Atravesamos momentos muy tristes
pero los alegres nos duraron mucho más.

Y son precisamente esos los que conservo
en mi mente, en mi corazón, en mis ojos,
todos forman parte importante del acervo
emocional positivo para curar mi enojo.

Los evoco de vez en cuando para reír
aunque sea por un mínimo instante.
Sé que nunca se volverán a repetir
aunque tú y yo lo deseemos bastante.

Hoy solo quiero darte un millón de gracias
por haberme dado tanto de ti por nada,
por haber llevado al extremo mis ansias
de vivir una sola vez un cuento de hadas.

También quiero pedirte que me perdones
por cada una de las veces que lloraste,
cuando fui yo el que te dio las razones
o no estuve ahí a tu lado para consolarte.

Estas palabras son muy pocas
para lo tanto que quisiera decirte,
aunque mucho más me provoca
debo parar ya de escribirte.

Busca el mensaje y hazme saber
como en las otras poesías que has leído
si para ti me he hecho entender
y si el verde es tu color preferido.




(II)


Emperatriz


Para mí no ha habido más bonito polvo
que el que surgía de tu nacarado cuerpo,
todo en su lugar, sin estorbo,
la perfección en sujeto, predicado y verbo.

Sumaba tu tono de voz con ese acento
nada común para mis oídos reticentes,
entre tus otros ocultos talentos
visibles solo para mí y mi inconsciente.

La libertad de tu temprana independencia
calzaba bien con el final de mis estudios,
tú con la salud y yo con la ciencia
escribimos juntos un bonito preludio.

Lástima que traíamos vicios
por los errores cometidos previamente,
llegamos hasta el desquicio
y nos separamos tempestivamente.

Y pudimos ser mucho más,
más de lo que nos permitimos.
Preferimos buscar triunfos y no ganar
en cada intento, pero sucumbimos.

Hoy solo queda un hermoso cuento
de cómo te convertiste en mariposa,
emperatriz de las nubes del firmamento,
tus recuerdos por siempre en mí reposan.