4/14/2020

Nuevas publicaciones 14/04/2020 (I) “Escribirte” y (II) “Doce horas y un minuto”


(I)


Escribirte


Sé quién eres,
lo que te gusta y lo que te apasiona,
lo que te separa de las otras mujeres,
lo que te duele y lo que no perdonas.

Mi mente no se da abasto
para lidiar con unas interrogantes que tengo,
cada vez surgen más, como por asalto,
más de preguntártelas me abstengo.

Ojalá supieras cuántas veces me detuve
a pensar si estaba en lo correcto
mirando al cielo y las blancas nubes,
imaginándote, como en este momento.

Es parte de la carga que llevo a cuestas,
la dulce espera, el amargo tormento;
le he ganado al destino la apuesta
y sin morir en el intento.

Y pues, me ha tocado escribirte.
¡Sí! Escribirte, por no poder hablarte
y así hacerte saber lo que anhelo decirte
incluso antes de encontrarte.




(II)


Doce horas y un minuto


En sueños que cada vez me son más reales,
en retratos que visualizo, pero que no pintaré,
ahí estás, cumpliendo todos mis ideales,
¡estás! pero no por mucho ahí te dejaré.

Voy a atraerte hasta mí
con la fuerza de mi corazón, de mi alma;
de mi lado, esfuerzos y sacrificios por venir
para recibirte con brazos abiertos y en calma.

Cruzar el cielo por días o noches enteras,
navegar océanos, mares, lagos, ríos,
atravesar bosques, desiertos, fronteras,
sin importar el sol, la lluvia, el calor ni el frío.

¡Que mucho va a costar? Seguramente.
¡Que no va a ser hoy ni mañana? Estoy consciente.
¡Que todo puede salir mal? Es evidente.
Más ninguna de esas ideas está en mi mente.

Solo estás tú como te pedí sin conocerte:
de cabello rubio y ojos verdes achinados,
tierna, con buen sentido del humor e inteligente.
La “china, catira, gata” que siempre he esperado.

“Para muestra un botón”, reza el refrán,
de que el universo a favor está conspirando;
solo doce horas y un minuto han de pasar
en el mundo 2.0 que nos está conectando.