2/26/2019

Nuevas publicaciones 26/02/2019 (I) “Perspectivas” y (II) “Memorable”


(I)


Perspectivas


Ellos sabían mucho de poco,
ahora saben poco de mucho.
Antes me hacía el loco,
pero ahora todo lo veo, todo lo escucho.

Con mucho cuidado y atención
veo su postura como terceros,
mas sé que descartarían su posición
para colocarse de primeros.

Van así, de a poco,
simulando ser inocentes,
haciéndose pasar por locos,
pero sus intenciones me son evidentes.

Se han invertido los roles,
mas mis críticas son constructivas,
solo busco que suban sus valores
haciéndoles cambiar su perspectiva.

Igual, en este loco mundo, hay lugar
para todos y cada uno de nosotros;
solo es cuestión de mostrar
ante todo nuestro mejor rostro.




(II)


Memorable


De mí sabrás,
¡sí! Sí que sabrás de mí.
No voy a hacerte esperar.
Pues estoy en busca de ti.

Te busco porque me toca,
porque es mi principal tarea.
No podrás hacerte la loca
en ese instante en que por fin te vea.

Puede que nos veamos de día,
tal vez nos conozcamos de noche,
posiblemente en pleno mediodía,
o quizás en una tarde cuando andes en coche.

Será inesperado por ti el momento,
pero seguramente deseado por igual.
No quiero adelantar los acontecimientos
más es lo que seguramente va a pasar.

¡Y vas caer! Mejor dicho ¡VAMOS A CAER!
Yo en tus brazos y tú en los míos.
De cualquier modo va a suceder
lo que antes para ambos fue un desafío.

Así que pon un tanto de tu parte,
invócame en tus pensamientos,
que ya yo voy acelerado y expectante
a ese nuestro memorable encuentro.



2/12/2019

Nuevas publicaciones 12/02/2019 (I) “Solo para mí” y (II) “Tiempos, momentos, instantes”


(I)


Solo para mí


He visto cómo estabas.
Hoy sé tu antes y tu después de mí.
Resumiré en pocas palabras
todo lo que me perdí.

Me perdí de oírte,
me perdí de escucharte,
así hubiese podido mentirte,
pero soy incapaz de lastimarte.

Me perdí de verte,
me perdí de mirarte,
así hubiese podido tenerte
a mi lado sin necesitarte.

Me perdí de olerte,
me perdí de probarte,
así hubiese podido conocerte
más allá de lo que me mostraste.

Me perdí de sentirte,
me perdí de tocarte,
así hubiese podido engullirte
y sin reparo devorarte.

Y así como ayer te dejé seguir tu andar,
hoy decido hacer lo propio, sin dudas.
He recordado que me gustas más
cuando solo para mí te desnudas.



(II)


Tiempos, momentos, instantes


Cada vez son menos,
escasos, vagos, difusos,
los alegres, felices, amenos,
hasta los tristes y amargos incluso.

Esto no es algo adrede,
es simple y llana naturaleza,
se recuerda solo lo que se puede
mantener grabado en añeja cabeza.

Pudiera enumerar uno a uno,
los que me resultan imborrables,
los que como esos no habrá alguno,
los perpetuos, los eternos, inmutables.

Sin embargo anhelo
poder escudriñar más,
llegar a romper ese hielo
que los tiene congelado atrás.

Quisiera hacer retrospectiva
y que muchas imágenes afloraran,
retrotraer aquellos momentos de vida
en que la felicidad era plena e imperaba.

Tiempos en los que tú estabas,
momentos en los que te veía,
instantes en los que me dabas
todo tu amor Madre mía.



2/04/2019

Nuevas publicaciones 05/02/2019 (I) “¿Y la novia?” y (II) “Batea”


(I)


¿Y la novia?


Muchos han sido los episodios
en los que el final ha sido abierto,
de todos soy el culpable, lo cual “odio”,
desprecio, repudio, aborrezco, detesto.

La timidez, la idea del “qué dirán”,
el temor al rechazo, al escarnio,
al menosprecio, el dudar en vez de actuar
y lanzarme sin arnés desde el andamio.

Caras bonitas y cuerpos de guitarra,
ojos deslumbrantes y voces seductoras,
gatas salvajes o dóciles, pero con garras,
que pude conocer aprovechada la hora.

Tantos trenes he visto pasar tranquilo,
seguro con un destino distinto al final,
con las emociones siempre en vilo
de cuál habría sido mejor tomar, el ideal.

Muy a pesar de estar en el cuarto piso,
sigo dando pasos con extremada cautela,
sin hacer a los detalles caso omiso
y recordando los consejos de las Abuelas.

Y sigue vigente
la pregunta imprudente
que me hacía toda la gente
desde que tenía veinte:

¿Y la novia?




(II)


Batea


Tan confortante que es compartir los bienes,
hacer obras de caridad, donaciones,
reconocer que todo lo que tienes,
lo que sabes y lo que haces son bendiciones. 

Tan sencillo que es dar los buenos días,
las buenas tardes, las buenas noches,
decir por favor, gracias, pregonar alegría,
ser positivos y sonreír en derroche.

Tan bonito que es decir te amo, te quiero,
te respeto, te deseo, te extraño, te admiro, 
te recuerdo, te pienso, te espero
a un familiar, a su pareja, a un amigo.

Tan sano que es caminar, trotar, correr,
tomar agua, tener una dieta balanceada,
dormir, tomar el sol, bailar, cantar, leer,
ducharse con agua caliente o templada.

Tan bueno que es ser fieles, obedientes,
honestos, sinceros, justos, empáticos,
disciplinados, útiles, transparentes,
responsables, comprensivos, simpáticos.

Si otros y yo podemos, ¿por qué tú no?
¿Por qué tienes que ser tan, pero tan,
pero tan, pero tan, pero tan cabrón
para no lavar ni tu malvada batea prestar?