3/07/2017

Nuevas publicaciones 07/03/2017 (I) "Competencia" y (II) "Pelea, lucha"


(I)


Competencia


«Del fango más oscuro
la flor más pura»
Venezuela Subterránea - Flor de loto


La mirada esquiva en retrospectiva
a un pasado nada ejemplar del rol
a seguir por la figura paterna activa
en un hogar donde no hay amor.

No podría juzgar a mi madre
porque a un mundo cruel me trajo
pero sí culparé a mi padre
del que hasta hoy no sé un carajo.

Su presencia fue la causa
y su abandono la sentencia,
nunca se le vio en casa
y hoy pago las consecuencias.

Golpes, improperios, abusos, ira,
chantaje, negatividad, mezquindad,
desprecios, ignorancia, mentiras,
soportando todo por necesidad.

Un hombre distinto cada hora,
cada día, cada mes, cada año,
al recordarlo mi cuerpo se acalora
por el rencor que crece en tamaño.

Digan lo que digan los demás
a mí muy poco me interesa
y esos "patrones de la sociedad"
tampoco son de mi incumbencia.

A mi mamá mi vida le agradezco,
cuidaré de ella y de mis hermanos,
ser mejor a medida que crezco
es mi visión en el futuro cercano.

No hay apuro, no es competencia,
sé que de mí depende todo,
a medida que actúe con conciencia
saldremos todos a la vez del lodo.




(II)


Pelea, lucha


«Yo no estoy loco, yo lo que estoy es planetario»


Por el último pregunté al llegar,
que era yo respondieron todos,
"irónicos", pensé en mi acomodo
 y reparé en mi modo de hablar.

Muchas veces digo cosas por decir
sin detenerme a pensarlas a detalle,
pasa estando en casa, en la calle,
en el trabajo o al mensajes escribir.

De ahí esa frase acertada que dice
que tenemos dos oídos y una boca,
escuchar más, no hablar como oca
y el cerebro antes de hablar avise
que un gran error no se materialice.
Dar un mensaje claro, sin matices.
Ser los maestros, y no aprendices,
del buen hablar a todos nos toca,
ser precisos, sin soltar frases locas
que frente a otros nos ridiculicen.

Tener como biblia a un diccionario,
rey y señor de la palabra hablada
y también la escrita. Todo o nada
como premisa, hacerlo corolario.

Tal fue el nivel de mi abstracción
que olvidé el porqué de estar aquí.
"¡Dios mío Santo! ¿Qué pasa allí?"
Tumulto adelante, extraña situación.

Una cola menos para la larga lista
porque en esta yo no me quedo,
antes que se forme el gran pedo
mejor me salgo y busco otra pista.

En mi mente: "¡Qué loco día hoy!
Menos mal nadie me escucha,
cada quien en su pelea, lucha
por estar cuerdo como yo estoy".



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