"Viejos más no niños"
Hacer y ver volar un "papagayo"
aun sin ser la temporada en el año,
hacer y ver girar un "gurrufío"
era normal si estabas aburrido,
hacer y ver lanzar una "china"
sin romper la ventana a la vecina,
hacer y ver volar una "picúa"
algo para lo que no te gradúas.
Que sencilla la vida del infante,
las cosas que se olvidan de adulto;
eran así los tiempos de antes
y hoy son cuentos ya caducos.
Acercarse sin conocerse,
compartir sin presentarse,
las dos rodillas romperse,
en casa bien comportarse.
Y en la escuela mucho más
ante la Maestra o el Profesor,
evitar llamarán a tu Mamá
por citación del Director.
Comprar y cambiar barajitas,
jugar con pelotas de aluminio,
contarse las comiquitas,
ir obligado a misa el domingo.
Jugar "Cero contra por cero",
"El escondite" o "El ahorcado",
"La ere" o "Palito mantequillero",
"Policía y ladrón" ó "Fusilado".
"La Chilindrina" de las niñas
sin anillos, pinturas ni pulseras;
y los varones con sus riñas,
"El Chavo" y sus garroteras.
En marcas no te fijabas,
los modelos ni calidades,
todo lo que te importaba
era no faltar a clases.
Con los vecinos de tu piso
mojar en carnaval a los viejos,
tocar timbres en otro edificio
y culpar a los más pendejos.
Comprar entre varios un jugo,
esconder el morral del sifrino,
jugar "La vieja", Damas o Ludo,
comer limón o mango con comino.
En el trayecto de crecer viejos
estas y mil cosas más perdimos,
nos convertimos en tristes reflejos
de lo que quisimos, pero nunca fuimos.
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