Bendita suerte
Este poema es tuyo, y de nadie más.
Puede que yo lo haya escrito, ¡sí!
Pero tiene un solo motivo en realidad,
y es que lo he escrito inspirado en ti.
Justo hoy, como cualquier martes pasado,
un compromiso ineludible el de publicar
una poesía, un poema, pero mejorado
para ver si así te logro impresionar.
Y sí que debería, no tendría lugar a duda,
pues que mejor modo de hacerlo
que diciendo la verdad cruda, dura, pura,
dejando atrás mi miedo y vencerlo.
Romperé la coraza, esa que sabes tengo,
que me impide expresar mis sentimientos,
los que tanto reprimo y contengo
por temor a que no los veas como ciertos.
¡Te quiero! No hoy, no mañana, no ayer,
sino para siempre, por toda la eternidad.
Fíjate cuánto tarde en hacértelo saber
y no justo cuando tuve la oportunidad.
Nos vimos y hablamos infinitas veces,
tocamos cualquier cantidad de temas,
pero la realidad era, aunque no pareciese,
que frente a ti no funcionaban mis sistemas.
Era como si hiciera un corto circuito,
me costaba manejar a pleno la situación
y por más que trataba, Dios bendito,
dentro de mí todo era descontrol.
Sí, es cierto que me viste sereno, calmado,
elocuente, acertado, risueño, paciente,
pensativo, ocupado, feliz, enfocado,
mas nunca pude decir lo que mi ser por ti siente.
Puede que lo hayas sabido,
incluso que lo hayas sospechado,
pero es mi culpa no darme por entendido
y no haberte mi amor manifestado.
La pugna de la mente y el corazón
superó al tiempo pasado y la distancia presente.
No te tengo, pero sí a aquella canción
que te trae hasta aquí.... ¡bendita suerte!
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