(I)
Limerencia
"Pusiste a prueba mi debilidad..."
Casa de Leones - Trambo
Luces a la distancia, en el mar,
iluminan a las pequeñas olas,
mis ojos ven las largas colas
erigiéndose cada una sin par,
religiosamente parecen andar
encima de una pista de hielo,
nubes presencian desde el cielo
con atención el show constante,
ininterrumpido, impresionante,
avistando aves en nocturno vuelo.
La naturaleza me abstrae un rato
imaginándote menos que antes,
me resigno a no poder amarte,
ejercicio mental que aún no acato;
reacio con la piedra en mi zapato
elijo seguir mi camino andando
nada menos que feliz cantando
con una sonrisa de oreja a oreja,
ilusionado pero sin contar ovejas
ante el mar nocturno contemplando.
(II)
Su luminiscencia
«escribe, escribe que algo quedará»
Emmanuel Taub
Tu recuerdo, como muchos otros,
me visita de súbito en ocasiones,
instantes en que extraños rostros
me generan de ti algunas visiones.
Veo una que otra imagen bien clara
entre tantas otras vagas y borrosas
hasta que me apunta y me dispara
el tiempo aclarando todo, las cosas.
En forma enfática, cruda, directa
me dice, me muestra, me señala
la vía, el atajo, el rumbo, la puerta
a tomar para esquivar otra bala.
Porque esta, tu herida, sigue viva,
continúa el dolor, aquí se siente,
aún mi corazón no da cabida
a algún nuevo ser viviente.
Y vaya que si hay hombres de luz
que quieren poner mis gafas de sol
en algún lugar que no pisaste tú
cuando, de mi pareja, tenías el rol.
No es tarea fácil, para nada, lo sé,
solo debo tomarme la ligereza
de aceptar la realidad tal cual es
y empezar a aceptar la naturaleza.
Nacemos, crecemos, vivimos,
y en ese ínterin mucho hacemos
incluso más de a lo que vinimos
pero eso casi nunca lo sabemos.
Sin caer en juicios de arte o ciencia,
es la hora de ver con nuevos ojos
en cada quien su luminiscencia
y vivir la vida con todo y sus despojos.
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