4/04/2017

Nuevas publicaciones 04/04/2017 (I) "Bien lo recordarás" y (II) "Como"


(I)


Bien lo recordarás


«(...) deja que los muertos entierren a sus muertos»
Lucas 9:60


Ayer allá y hoy aquí, lo convenido,
no será la última, menos la primera,
sin desperdicio del tiempo invertido
desde aquella calurosa primavera.

No fue su culpa pero sí la mía,
exceso de alcohol y de confianza,
entre gustos y colores y mi porfía
fue consumada cómplice alianza.

Sonrisas en la vía, risas al llegar,
cabos sueltos al instante se atan,
acertado blanco, preciso lugar.
Abre la puerta despojada de la bata.

Se pierden mis sentidos
entre su envolvente bruma,
sin orientación, del todo aturdido
y mi temperatura como espuma.

Miradas fugaces como balas
impactan en mutua atracción,
sin palabras nos hacemos gala,
contexto en total abstracción.

Cada quien hace lo suyo
sin libretos o guiones preconcebidos,
sutiles sonrisas y claros murmullos
inaudibles para otros oídos.

Su invitación al pecado me entrega
sin escrúpulos acepto su infierno,
la lujuria y el placer se despliegan
entre sábanas de extremo a extremo.

Pausas entre suspiros,
imágenes bloqueadas por sensaciones,
condenada a mis caricias admiro
su cuerpo y sus revelaciones.

Fuegos artificiales, juegos pirotécnicos,
papelillos, "tánganas" y serpentinas,
combinación de colores, cóctel étnico,
obra de arte mezclada con mi melanina.

—Bien lo recordarás —me dice.
Yo le creo. Mejor hacerlo y ser feliz.
Fue bueno esto de ser aprendices,
error por error, desliz por desliz.




(II)

Como


«Las comparaciones son odiosas»
Cultura popular


Como la palabra que se llevó el viento,
como la brisa fresca de la mañana,
como este instante, este momento,
se ha desvanecido mi aroma de tu cama.

Como la cura definitiva del cáncer,
como el asesino del crimen perfecto,
como de tu serie favorita el desenlace,
de seguro te preguntarás cómo sé esto.

Como de la existencia del Todopoderoso Dios,
como lo incierto del futuro,
como que la suma de uno y uno es dos,
lo doy por sentado, es cierto, seguro.

Como la hoja que viene del libro,
como el día siguiente de la semana,
como la mano con la que no escribo,
andas con mi gemela, mi hermana.

Pero ella no usa mis perfumes
ni se despierta con buen aliento,
no hay un día en que no fume
ni se preocupa por sus alimentos.

Vaya si las comparaciones son odiosas;
que me quiten la vida si miento,
pero hoy prefiero entre tantas cosas
amor de familia al amor de tormento.




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