(I)
Para intentar
«Es el que todo lo sabe,
es el que todo lo ve,
no conoce el egoísmo
ni actúa de mala fe»
Héctor Lavoe - El Todopoderoso
Ya cansado de las excusas,
ya cansado de los pretextos,
ya cansado de los argumentos,
decidí abrir mi mente antes obtusa.
Cada día como un nuevo día,
cada tarde como una nueva tarde,
cada noche como una nueva noche,
es la oferta perfecta que no rehusaría.
Ahora veo todo claro,
ahora veo todo simple,
ahora veo todo sencillo,
perspectiva del otro lado.
Como la moneda tiene dos caras,
como le miden con la misma vara,
como con quien ande le comparan,
así la vida siempre me pone mamparas.
¿Y todo eso por qué? No sé.
¿Y todo eso para qué? Ni idea.
¿Y todo eso para quién? Ignoro.
Pero ando cerca de saber lo que es.
Viendo todo de cerca,
sintiendo todo a plenitud,
escuchando todo al que hable,
para intentar ser libre, sin cercas.
(II)
Usarás
«Que un negro con una negra
es como noche sin luna
y un blanco con una blanca
es como leche y espuma»
José Luis Rodríguez - Pavo Real
Por sorpresa las nubes aparecen
en el cielo azul, fuente de mil ideas,
con formas abstractas esclarecen
los motivos que un poema recrea.
En silencio, me piden sin parar:
—Úsame a mí. Úsame poeta ¡anda!
Vuelan aves e imaginación a la par
pero al final el cielo es quien manda.
—Vas a usar las dos primeras,
también a aquella gigante,
la que se parece a una escalera
y la que tiene forma de amantes.
Las dos primeras parecen flores:
una margarita y una rosa;
la gigante, un dique con dos faroles.
—Poeta, versarás de estas cosas.
Asentí y empecé a crear en el acto
el poema con las formas elegidas,
de las mejores técnicas me basto
para que pueda leerlo enseguida.
"Dos flores tomaba el caballero,
una margarita y una rosa,
marcando rumbo certero
en dirección hacia sus hermosas.
Lo esperaban, como de costumbre,
en el viejo dique con dos faroles,
nunca tuvo necesidad de lumbre
en el camino para ver a sus amores.
Una en cada extremo, en la cima,
controlaban su farol, distantes.
Cargado siempre, escalera encima,
el caballero visitaba a las amantes".
—¡Bonito poema! Me ha gustado.
Quiero que escribas otro más.
—Lo siento mucho. Estoy cansado.
Seguramente a otro poeta usarás.
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