(I)
Prometo
Prometer y prometer hasta meter y, una vez metido olvidar lo prometido.
Cultura popular
Poder pedían para poblar, puentes
parados, portentosos, perfectos,
pisos para personas presentes,
pueblos pobres, pero prestos.
Reto riguroso, reclaman
respingados rojos representantes,
rotos rostros retro rezaban,
regias "ratas" reían rimbombantes.
Otros opinaban orgullosos,
otrora ocultos obreros. ¡¿"'Orita"?!
Opulentos, ostentosos,
orates oportunistas.
Malditos miserables mimetizados
mintieron masivamente mientras
muchos mustios maniatados
mueren magros. Mundo... ¡MUESTRA!
Esperanzas enteras entregadas
en esos eventos electorales,
evidentemente engañadas,
el elemento equis, esenciales.
Triunfos totales terminaron
tumbados tajantemente;
tiranos todopoderosos taparon
trepidantes, tristemente.
Otro, otra, otros, otras,
obesos opositores - oficialistas,
onerosos ostentan oro, ostras;
ocaso oscuro observan ocultistas.
(II)
A tu vil conciencia
«Te invito a comer
la pizza que ayer
dejamos huérfana en el mantel...»
Gilberto Santa Rosa - Te propongo
Empiezo con un suspiro,
prominente como el Mar Caribe,
mi soliloquio gutural describe
las ganas de plasmar en papiro
esas razones por las que te retiro.
Te retiro por varios motivos,
unos, asumo, bien conocidos por ti
y los otros bastante ajenos a mí,
pero como no los sabes los escribo
uno a uno; procuraré ser asertivo.
La necesidad de ti se fue,
siento que ya no te necesito,
ni en el accidente más fortuito
para apoyarme aunque ahí estés;
todo rutina, sobrecarga de estrés.
Mis defectos hoy son una simpleza
al compararlos con todos los tuyos;
basta ya de tu ego y tu orgullo,
de mi vida elimino esa tristeza
de alimentar tus aires de grandeza.
Ya no más tu malhumor, tu ira,
tus arrebatos sorpresa y sin control,
tus comentarios subidos de color
que me pusieron siempre en la mira
de propios, extraños y en familia.
Adiós a tu desgano, a tu flojera,
a tu pereza, a tu falta de aspiración,
a tu baja autoestima, a tu depresión,
nada resulta ser como antes era,
quien por ti espera se desespera.
Suelto el papel y solo frente al espejo
a tu vil conciencia le hablo,
mando todo su trabajo al diablo,
por mucho fuiste su reflejo,
un recuerdo que se irá muy lejos.
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