Al menos
«... uno viene del Bronx
y el otro de Manhattan».
"Sandy y Papo - La fiesta"
Siendo él hombre y ella mujer
es clara la posición
de que ambos pudieran ser
víctimas de la atracción.
Primeramente física
porque es la más común de todas
según las estadísticas
o quizás porque ahora es moda:
la cuestión del fitness
y los cuadritos en el abdomen,
la rumba y la playita de los fines
entre tragos y fotos que se tomen,
lo que ven en sus redes sociales
y los comentarios de terceros,
serán estas y otras las causales
de que se alboroten sus avisperos.
Siguiente paso el flirteo y el cortejo
aunque sea algo convencional
y lo tilden de pendejo
por, ante todo, a la dama respetar.
Después seguro la pregunta
esa, la final, la del millón,
de si se atraen o si se gustan
o simplemente salen por diversión.
Como quienes no quieren empiezan
a expresarse sus sentimientos,
les piensa el corazón no la cabeza
sin temores ni arrepentimientos.
El debate de uno para el otro,
las coincidencias del destino,
unir piezas de sus corazones rotos,
superar los baches en el camino.
Y si todos sus disgustos
resultasen coincidentes
al menos en el primer lustro
no se les arrugarán las frentes.
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