(I)
"De antaño"
«Yo te conozco bacalao,
no trates de persuadirme...»
Willie Colón & Héctor Lavoe - Te conozco
Por tu pasado saco en resumidas cuentas
de que poco recuerdas al que mucho se ausenta
y que tarde o temprano cerrarás la puerta
al que niega la verdad de que con niños se acuesta.
Tampoco es que te juzgue sin razón ni motivo,
por creerme superior entre todos los seres vivos,
por pensar mil veces peor de lo que escribo
y haberme convertido en un hombre tan selectivo.
Mi ojo clínico vio virtudes y sobrados defectos
reunidos en una imagen como salida de cuentos
que serán evocados con el pasar del tiempo
como las asperezas limadas por un amor perfecto.
Juro por las palabras necias que no he dicho
y por los oídos sordos que tengo por capricho
que te pondré en un pedestal, en un nicho,
y te defenderé de todo animal o cualquier bicho.
Este, mi juramento, no será en vano,
será como las olas de los océanos,
como la complicidad de hermanos,
palabra hoy de un hombre de antaño.
(II)
"Dicen que"
«Uno mismo se pierde,
uno mismo regresa».
Tony Vega - Uno mismo
por aquello del libre albedrío,
andar sin ataduras en cualquier área,
lucir acalorado pero teniendo frío.
Haciendo caso omiso a comentarios
malsanos de resentidos sociales
que rezan a manos juntas el rosario
mirando sobre su hombro a sus iguales.
La combinación de caja fuerte en el atuendo,
perforados ambos lóbulos con pendientes,
afición infinita a videojuegos de Nintendo
e ignorar lo que ser distinto se siente.
Destellos de primeras impresiones,
de las que se cuentan y de las que se oyen,
de las malas lenguas y suposiciones
que aterran a los que todo esconden.
Dicen «cría fama y acuéstate a dormir»,
«dime con quién andas y te diré quien eres».
Pues si la mona, de seda quiere vestir
entonces que no le regalen pieles.
Ser uno mismo siendo uno,
con ella, sin él, con o sin ellos,
en una vida con tantos infortunios
siendo rico anhelando ser plebeyo.
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