"Bendecidos"
«Dicen que el primer amor
se quiere y nunca se olvida».
Reinaldo Armas - Pesadilla entre las flores
El mensaje en un trozo de papel
de la última hoja de mi cuaderno
inicio de la travesía en el tren
de este... nuestro amor eterno.
Un torpe guiño del ojo derecho
correspondido con una sonrisa,
del dicho al hecho sin mucho trecho
comenzamos la privada entrevista.
―¡Hola! Mi nombre es Felipe.
―¡Hola! Soy Isabella ―y estornuda.
―¿Qué te pasa? ¿Tienes gripe?
Y entonces, ella se quedó muda.
Sin mediar palabra se marchó
dejándome con la boca abierta.
No pude entender lo que pasó
y yo ávido de preguntas y repuestas.
Lo bueno de esto, valga acotar,
era que al día siguiente la vería
y así todo el año escolar,
de una semana, cinco días.
No pedí explicación alguna,
mi guiño cómplice de su sonrisa,
desde las siete hasta la una,
desde ese entonces sin prisa.
Con poemas en cartas de amor,
caramelos y ositos de peluche,
serenatas al pie de su balcón
flores y bombones en su estuche.
Idas al cine, al parque, a la playa,
al gimnasio, a su casa, al liceo,
sin restricciones, límites o vallas
para cumplir todos nuestros deseos.
Como buenos compañeros
un día invita ella y al otro día yo,
siendo humildes de dinero
pero millonarios de amor.
Hasta la fecha bendecidos
por Santos, Ángeles, la Virgen y Dios
contra viento y marea unidos
siendo uno a la voluntad de dos.
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