4/15/2014

Nueva publicación 15/04/2014 "Se te olvidó"


"Se te olvidó"


"La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento"
Hitch, especialista en seducción.


La memoria es traicionera
en momentos de soledad,
sin distingo, a cualquiera
le afecta la racionalidad.

Pensarte regla se había vuelto
en noches, tardes y mañanas
pero ya olvidarte he resuelto,
no más tu aroma en mi cama.

Todo de ti, en mi efectiva memoria,
he borrado sin dilaciones:
tus bromas, cuentos e historias,
esas interminables conversaciones,
las ocasiones de placer y de risas,
las tantas madrugadas de gemidos
en las que con solo quitar tu camisa
estimulabas todos mis sentidos.

De mi móvil, también he borrado
mensajes y fechas importantes,
que aunque a ti te tenían sin cuidado
para mí todas resultaban relevantes.

Seducida en tu oasis de encantos
ante todos canonicé tu postura,
te elevé de nivel humano a santo
traicionando a mi delicada cordura.

¿Cuántas veces manejaste
con magistral diligencia y astucia,
el momento, la situación, el instante,
como quien no lava ni ensucia?

Los detalles, presentes y regalos
fueron nada ante tus respuestas
de "no", "lo siento", "estoy ocupado"
a mis múltiples afectuosas propuestas.

Y vaya que mucho me advertiste
de que lo nuestro era sólo eso:
"—Todos estos encuentros consisten
en diversión sin emoción... sólo sexo". 

Sería un error decir que fuiste culpable
de mi dolor, mi desgracia, mi condena,
dejo que los hechos por sí solos hablen
y pago con entereza el precio de la pena.

Siempre supe que razones tendrías
para, como si nada, un día regresar,
que lo que vivimos extrañarías
y me rogarías para volverlo a intentar.

"Malo conocido" me buscaste
cuando un "bueno por conocer"
me había encontrado antes
de tu volver a aparecer.

Encuentro casual, sin menos ni más,
te acercas citando a Ismael "El Feo":
—"¡Hola! Dime cómo estás.
¿Cuánto hace que no te veo?"*

Te replico como el mismísimo Rivera
y mi boca al citarlo no se inmola:
—Pues bien. "Y ya no te nombro siquiera,
ahora da pena decirte ¡hola!"*

Dicho esto me retiro,
seguir con esto no hace falta,
parece que ahora el tiro
te ha salido por la culata.

Se te olvidó que allá "en el cielo
hay un Dios que para abajo ve"
y que protege siempre sin recelo
a todo aquel que maltratado es.




* Ismael Rivera - Hola


No hay comentarios:

Publicar un comentario