Empezó sencillo
con un simple mensaje,
disfrutaba del viaje
como en vuelo el grillo.
Saltos de esperanza,
bailes de comparsa,
cantos en la plaza,
a Dios alabanzas.
Conoció la fuerza
del amor, desesperado;
vivía así angustiado,
dudas mil en su cabeza.
Ni llamadas ni contestas,
un mensaje no fue opción,
sus correos sin admisión;
su ausencia ya lo afecta.
Pero seguía en pie,
no flaqueaba ante nada,
quería recompensada
su innegable fe.
Se ausentó su amada,
buscarla le provoca.
¡Es una idea loca!
Fue mejor olvidarla.
Pero fue lo correcto,
decidió hacer lo justo,
antes de un gran disgusto
corrigió su defecto.
Fue hallada en soledad,
como una flor marchita.
En su corazón habitan
huellas de culpabilidad.
Sin intención maligna,
siempre estuvo para ella
para bajarle una estrella,
darle una vida digna.
Tomó vuelo su dama
sin darle oportunidad.
Qué triste realidad,
su gemela alma.
Quedó marcado,
quizás por siempre.
Hoy no se siente
un enamorado.
Quizás amigo,
quizás amante,
del sentimiento
un enemigo.
Ya no es garante
de dar abrigo.
Está contento
y sigue adelante.
(Escrito en junio 11 del 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario