(I)
Distinta
En ti
encuentro más de mí;
en ti hallo un universo
sin esfuerzo.
Me place llegar
a ti, pero sin parar.
Como siempre, sin peros,
con ese abrazo seguro, firme y sincero.
Tú y los de mi casta,
solo con eso me basta.
Soy feliz, soy plenitud,
soy ofrenda, soy gratitud.
Sí, te doy gracias eternamente
a ti, ahí, para mí presente.
¿Y yo que te doy?
Simplemente todo lo que he sido y soy.
Siempre será así, así te veas distinta,
como pintada con otras tintas,
por la naturaleza divina del artista
o por cómo te perciban mi tacto, mi olfato y mi vista.
(II)
Encantamiento
Colores, formas, texturas, aromas,
tonos, dimensiones, sensaciones, fragancias,
experiencias amorosas en aquellas tomas
primeras de mi juventud e infancia.
Evoco las lindas, gratas, placenteras,
preferentemente antes que las contrarias,
las que me dejaron de alguna manera
dolor, tristeza, pena, decepción, rabia.
Acuerdo con mi “yo” herido
pasar la página, seguir adelante,
no quedarme atascado en lo vivido,
hacer un punto final o punto y aparte.
Que lo ocurrido no me afecte,
que no interfiera en lo que hago,
al menos no 24/7;
truco difícil para mí que no soy mago.
Y al fin salir a flote como una burbuja,
lleno de nuevos aires, siempre en movimiento,
hasta que vengas tú, nueva bruja,
y me hagas tu potente encantamiento.
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