(I)
Voluntad
No voy a mendigar amor.
Me lo he prohibido tajantemente.
Aún pudiendo tenerme, han dicho no
muchas a quienes quise fervientemente.
No volveré a pedir cariño,
es insano, es dañino, es triste;
tan decepcionante como cuando un niño
se entera que Santa en realidad no existe.
No trataré de que me quieran obligado,
eso debería ser algo espontáneo, natural.
No debo darlo nunca por sentado
y siempre mi grano de arena he de aportar.
Hasta aquí las negativas,
de ahora en adelante todo positivo.
Con buena actitud y el ánimo arriba
dando gracias por estar vivo.
Así va a ser, es un hecho,
tengo el viento a favor.
Traigo abierto el pecho
para recibirte con la voluntad De Dios.
(II)
Cinco minutos
Este poema me tomará
cinco minutos escribirlo.
Usted no lo creerá,
pero ya lo tengo casi listo.
No tenía fondo alguno
solo palabras al azar
así como las cartas de UNO
que salen al mazo barajar.
Son tantas las cosas
que cruzan mi cabeza,
algunas salen en prosa
hasta que termina o desde que empieza.
Quedan dos minutos
y el tiempo sigue su marcha,
ojalá no me ponga bruto
y continúe bien mi racha.
Me toca cerrar ahora,
quedan unos pocos segundos.
Usted leerá en una hora
la otra poesía en la que me hundo.
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