9/25/2018

Nuevas publicaciones 25/09/2018 (I) "Full_ana" y (II) "A Dan y Ela"


(I)


Full_ana


Que “el amor entra por la cocina”
a muchos les ha pasado,
y “se lanzan al agua” de la piscina
sin siquiera antes haber nadado.

A mí me pasó una vez
gran parte de ese episodio,
empecé a salir con una chef
que a mi vida le puso sodio.

Mira que sí era linda la nena,
una rubia despampanante,
curvas propias de carretera
para aferrarse duro al volante.

Amorosa y tierna como ella sola,
de diecinueve años apenas,
cuando recién ella iba en la cola
yo venía en ambulancia con la sirena.

Además del signo zodiacal que me choca
con un carácter que mi Dios se lo cuide.
A veces se comportaba como loca
y otras como piraña cruzada con caribe.

Pero eso sí, cocinaba como con magia,
se vestía muy elegante y coqueta,
hacía el amor como una diabla,
sus pies lucían hermosos en chancletas.

Esa malvada “rubia”, “mona”, “catira”,
me hacía temblar las piernas de verdad;
lo de nosotros fue capricho, casi mentira,
por la marcada diferencia de edad.

Y aunque la culpa fue mía
de que lo nuestro no funcionara
con toda certeza yo volvería
a intentarlo con la “full_ana”.




(II)


A Dan y Ela


Entre las pocas excepciones
que he hecho sin algún reparo
la más acertada y sin razones
fue contigo tirar el paro.

No fuimos novios ni amantes,
tampoco amigos con derechos,
más bien nos mantuvimos distantes
para no terminar maltrechos.

Pero en algo coincidimos a la medida,
un patrón cortado con extrema precisión,
casi una filosofía de vida
reflejada en una canción.

Tomamos una bien famosa
cantada por Los Hermanos Lebrón,
de melodía empalagosa
llamada “Salsa y control”.

Juntos, la elevamos a otro nivel:
yo con cierta clase y galantería 
y tú con tu peculiar manera de ser.
¿Incompatibles? ¡Sí! pero qué bien nos salía.

SALSA Y CERVEZA...
nuestro grito de guerra secreto,
bailar juntitos un par de piezas
con las frías para el calentamiento.

Vaya si el licor siempre nos ayudó
por eso es ley en nuestra historia.
Amén de que nuestro tiempo ya pasó 
tú nunca saldrás de mi memoria.

Y dile a Dan y Ela
que «sarna con gusto no pica»
y que ojalá un día haya una secuela
en la nueva casa de Mujica.



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