9/08/2015

Nuevas publicaciones 08/09/2015 (I) "Buen día", (II) "Reina" y(III) "Hoy brindo"


(I)


"Buen día"


Suelta los lazos de esperanza agazapada en la nostalgia del ayer, mientras emprende el reto de unirlos sin expectativas ante el personaje de turno.

Uno más, uno menos, después de tantos tropiezos con piedras, le llega la oportunidad de usar la roca, para construir un camino, un puente, un templo.

Aquello que una vez fue, renace a segundas vistas, tacha en la lista de tareas la máxima de no caer en tentación. Al menos, esta vez, sabe que no será adrede, pues dejará que la gravedad haga su trabajo y que todo caiga por su propio peso.

Fluyen los deseos, las ganas, el plan de un futuro en la compañía perfecta y lo dibuja de un brochazo en el lienzo del futuro.

Un bonito sueño, de esos de los que no se debería despertar, pero el reloj hace su trabajo con la perfección de su intrincado mecanismo para un mortal soñador, incluso para ella que es tan lista.




(II)


"Reina"


Papelillos vuelan sin riendas ante mí, y como gotas de lluvia se aferran a su indomable cabellera. Hacen un colorido festival en la espesa negritud  de su mayor atractivo para ojos inexpertos.

¡Quién lo diría! Dicen los que saben más por lo que escuchan que por lo que han visto, mientras se acomodan para deleitar a sus morbosas intenciones entre alma y piel.

Esa sencillez de pie a cabeza, esa inocencia confundida con la chispa de picardía lugareña, esa altivez en un rítmico andar calmado, ese candor propagado en una expansiva onda celestial al sonreír, hacen de ella una escultura sonora, volátil e intangible para mí.

Con menos, con más, pero con algo que ni yo mismo sé ni descubrí, me hice dueño de algo pulcro, de un sentir que va más allá de toda medida conocida, de una paz no negociable, no acordada.

Todos ven, todos hablan, todos esperan, todos aguardan. Es ella la que los controla sin amarras, sin cuerdas, sin hilos, sin candados. Se postran ante su imagen y yo, mientras, doy gracias a Dios, a la Virgen, a los Ángeles y a los Santos por haber hecho las cosas bien.




(III)


"Hoy brindo"


Para empezar, a todos aclaro
que con la primera me emborracho,
a la segunda emparejo, y en adelante
¡Dios me ampare muchacho!

La primera...

Y aquí es que es buena la soledad,
no para dar sus malos consejos
ni para traer a colación la nostalgia
sino para recordar que voy pa' viejo.

Que nada será tan triste como así
sentarse en una barra solo para pedir
una chela, un shot, un escocés 
y perder la ocasión de compartir.

La segunda...

Anécdotas, vivencias de un mal día,
un recuerdo, una fecha que celebrar,
un logro o un apoteósico fracaso, 
entre muchos y para usted de contar.

Pero lo más patético del asunto
no es quedarse con esas ganas
sino embriagarse con la certeza
del ratón moral de la siguiente mañana.

La tercera...

Así que tranquilos, yo brindo.
Hoy... ¡yo pago la cuenta!
Acérquense todos a la barra
después de cerrada la puerta.

La cuarta...

Pero se largan todos primero,
este sitio ya no los soporta.
Hoy es ocho de septiembre
y mañana, soy el único que importa.





No hay comentarios:

Publicar un comentario