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2/27/2024

Nueva publicación 02/27/2024 “Cara ( ) melos”

“Cara ( ) melos”


Ya no me estorba tu silencio.

Me estoy acostumbrando a tu ausencia.

Supongo que ha de ser ese el precio

a pagar por tantas incongruencias.


Detalles de parte y parte,

pues las razones no vienen solo de uno,

cada quien en la obra aportó su arte

queriendo emular al maestro Unamuno.


Y he aquí el magnífico resultado

de ser cabezotas y necios sin reparo

rehusándonos a dejar de lado

las diferencias, ¡qué descaro!


Sé que vas a leer estas palabras una vez,

una sola y no más para evitar caer en razón,

utilizar tu buen criterio y aceptar con sensatez

de que aún podemos salvar esta relación.


Entonces aprovecharé este último verso

antes de que dejes de leer esta, tu poesía,

para confesarte que siempre te pienso,

muchísimo más de lo que yo debería.




10/31/2023

Nuevas publicaciones 10/31/2023 (I) “Proverbios” y (II) “13”

(I)


Proverbios



Cada quien por su lado, separados;

todavía en el mismo lugar, sin juzgar,

respetando lo acordado, lo pactado,

salvando estas ganas de juntos estar.


Hablando sin miradas que, de la nada,

se convierten en letras, nada expertas,

esperando en la encrucijada, la equivocada,

la señal de hacer preguntas sin respuestas.


Como aves en el aire volando, planeando,

en la trayectoria correcta, sin líneas rectas,

con los ojos cerrados aterrizando, soñando,

confiando en el arte de alcanzar la meta.


Así hoy estamos, pero ahí vamos,

escuchando canciones, viendo publicaciones,

con fe esperamos, no descansamos, a Dios rogamos

que terminen siendo reales nuestras ilusiones.


Quién sabe cuándo, cómo, dónde,

pero de que pasará… ¡pasará!





(II)



13



Y así de súbito, de la nada,

he vuelto al punto de partida

donde las cartas estaban echadas

y la segunda mesa ya servida.


Una advertencia no fue suficiente

para anticipar el desenlace

pudiendo salir inocente

antes de que el crimen perpetrase. 


¿A quién le pido perdón ahora?

“¿Quién podrá defenderme?”

Se hizo tarde. Ya es la hora.

¡Bendita noche del viernes!






7/25/2023

Nuevas publicaciones 07/25/2023 (I) “Escríbeme esta” y (II) “Indescifrable”.

(I)


Escríbeme esta


Siempre le preguntaba gustoso

si quería una de mis poesías,

esperaba su contesta ansioso,

pero nunca me respondía.


Ese era solo uno de tantos

ires y venires de nuestro pacto,

este de mucho menor espanto,

de los más sutiles en tacto.


Pero así iba la cosa,

de pedir y no recibir.

Mientras, versos y prosas

no me cansaba de escribir.


Llegaron a ser tantos poemas

que me atormentaba la idea de parar,

me decía: —“Valga esperar la pena.

Algo bueno el destino me ha de guardar”.


Unos exclusivos, otros a petición,

pocos para ella, muchos más para la esperada;

casi todos inspirados en mi imaginación

y el resto basados en experiencias ya olvidadas.


No fue su culpa y menos la mía

que en la espera me acostumbré a su ausencia.

Una nueva historia escribiría

concluyendo aquella bonita vivencia.


Bastaban tres palabras en una frase

para mantenerme atento y puesto a sus pies

y ya sería previsto el futuro desenlace

al decirme —“¡Escríbeme esta pues!”




(II)


Indescifrable



Intuitivamente, ignoro importantes iniciativas.

Incluso, inmiscuyo intereses inexistentes.

Increíbles imágenes instantáneas incentivan 

insípidas ilusiones inhibidas internamente.


Imagino invitaciones irreverentes,

indias, ibéricas, inglesas, itálicas,

inhóspitas, inefables, incipientes,

impúdicas, irreales, idílicas.


Irrisorios instantes ilustran

inmensas islas imaginarias.

Intrusivas ideas incrustan

inoperantes intenciones innecesarias.


Intelectualidad inocua increpa instrucciones,

impulsa interacciones inconmensurables,

inicuas, irritantes, ¡ínfimas imitaciones!

Interpretación irreversiblemente indescifrable.




4/25/2023

Nuevas publicaciones 04/25/2023 (I) “14” y (II) “Stop”

(I)


14


17 minutos tengo
para escribirte esta poesía.
Suficiente tiempo no sería
si no supiera lo que obtengo.

Una obra magistral
totalmente desconocida
para todos en esta vida
menos para ti, testigo vivencial.

Protagonista y antagonista
de nuestro cuento imaginado,
mucho antes por mí soñado,
pero muy lejano a tu vista.

En alta resolución
hoy puedes apreciarlo,
pero en vez de disfrutarlo
decides desviarle tu atención.

No es falta de educación,
es solo tus ganas de ganar
mientras al derecho de amar
le das total aversión.

Triste, pero cierto, declaro
y ademas acepto el sufrimiento
de este terrible tormento
de lidiar con tanto descaro.

Dejarse querer y a la vez dar cariño
no debe ser una difícil tarea
para todo aquel que crea
ya de adulto en sus sueños de niño.

Porque de eso se trata todo
de amarnos unos a otros incondicionalmente,
de corazón, alma y mente
encontrando la paz del mismo modo.

Sí, sabemos que existen las diferencias,
las discusiones, los problemas y los retos,
pero sí nos decidimos a echar el resto
el resultado no es cosa de magia ni de ciencias.

Es ahí donde se prueban el compromiso,
la lealtad, la voluntad, el empuje, la emoción,
de superar juntos cada situación
en que caemos y nos levantamos del piso.

Nada más voy a agregar
a una declaración ya emitida
antes que la despedida
toque de mis labios pronunciar.

Quedan tres minutos para el final,
para la triste partida y ruptura
de una esperanza futura
que nunca pudo comenzar.




(II)



Stop



La escucho mientras se confiesa.

Atónito, sigo prestando atención.

No me toma para nada por sorpresa.

Lo acepté ya antes. Fue mi decisión.


No salen lágrimas, no hay parpadeos.

No hay una pizca de remordimiento.

No siente culpa. Creo todo lo que veo.

Frente a mí, un ser sin sentimientos.


Ahora, ahonda sin peros en los detalles.

Es objetiva, incisiva, metódica, precisa.

Dice todo sin reparos, palabras al talle,

con una postura de supuesta sumisa.


Pero ya sé todo, repito, mucho antes.

En su juego caí “sin querer queriendo”.

Yo de pasajero, ella siempre al volante

y el carro por el farallón iba cayendo.


Nos estrellamos, mejor dicho, me estrellé.

Me estalló en el rostro la cruel realidad.

Me convertí por necesidad, no por acto de fe

y hoy sus pecados escucho en confidencialidad.