(I)
"Brazos abiertos"
Tú no le hallas explicación,
yo no lo encuentro sentido.
No está clara la situación,
todo por un malentendido.
Es obvio y hasta evidente
que necesitamos aclarar
de la manera más prudente
este asunto del azar.
Mi posición es de víctima,
pero para ti soy victimario.
La posibilidad es ínfima
en contra de mis adversarios.
La intriga, el chisme, la patraña,
la hipocresía, la envidia, la maldad,
la traición, la desconfianza, la cizaña,
el ego, la ironía y la negatividad.
¿Cómo lucho contra todos ellos
si no cuento contigo como aliada?,
estás cegada por los destellos
de una planificada canallada.
En la trampa has caído,
en el juego dañino de un tercero
que espera ver destruido
lo que juntos construimos desde cero.
Dentro de ti sabes que es falso,
que nada de lo que te han dicho es cierto.
Vuelve conmigo, andemos al mismo paso,
aquí te espero con los brazos abiertos.
(II)
"Caravanero"
Ya sé lo que quiero,
cómo y cuándo lo tendré.
No hay desespero,
pues no es para complacerlo a usted.
De la realización de mis sueños
y del alcance de cada una de mis metas
soy el único y legítimo dueño;
solo yo poseo la llave que abre esas puertas.
Y solo se va a enterar
en el momento que yo así lo quiera,
por mucho que trate de averiguar
incluso más allá de sus fronteras.
Así que un consejo le doy,
no se preocupe por mi mañana,
mejor ocúpese de su hoy
o se chupa, de aquello, tres caravanas.
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