Capítulo I
Intentos… uno tras otro, sin éxito aparente.
Ya perdí la cuenta de las veces, de los intentos.
¿Fuerte? ¡Para nada! ¡Mala racha, mala suerte!
Fingiré hacerme el fuerte hasta que sea cierto.
“Fake it, till you make it”, dicen los americanos
y tienen toda la razón en semejante afirmación.
Toca creérmelo, en dimensión, en tamaño,
hasta hacer realidad el plan, el deseo, la misión.
Sé que hay un propósito que debo alcanzar,
hay un motivo superior que justifica mi existir,
una razón cierta, finita, ya escrita, no al azar,
que más temprano que tarde yo voy a cumplir.
¡Ah!, pero eso sí… Siempre he de tener presente
al Todopoderoso en mi oración de todos los días.
Que se haga tu voluntad, Padre omnipotente,
que se cumplan en mí tu palabra y tus profecías.