“Coraza”
La dicha de mañana poder abrir los ojos
doy por sentado esta noche
después de poner mi barba en remojo
y elevar mis plegarias en derroche.
Repleto de fe, convicción, certeza,
acuso plena paz interior en mi alma,
como la del recurrente feligrés que reza
en la iglesia, mas yo en casa, en calma.
Visualizo uno a uno mis deseos de corazón
y todas mis peticiones pronuncio en voz alta
que la buena salud reciban como bendición
los que están y paz eterna para los que faltan.
Y es ahí cuando agradezco con humildad
por cada logro, vivencia, dolor, pena, persona,
que Dios me ha permitido vivir con calidad
y que siempre va conmigo, nunca me abandona.
Entonces se fusionan mi estuche y el sueño,
la oscuridad de la habitación nos abraza,
el Universo se hace pequeño
y mi Padre Dios me protege con su coraza.
