"La planificada cruzada"
Esas desmedidas ganas de tenernos
uno al otro, en equis lugar e instante,
desentrañar misterios e interrogantes
de lo que somos: amantes eternos.
Menuda es la controversia
que se presenta ante nuestros ojos:
decidir por nuestros antojos,
por el instinto o por la inercia.
que se presenta ante nuestros ojos:
decidir por nuestros antojos,
por el instinto o por la inercia.
De pronto han llegado sin aviso
grupo de amigos a nuestra morada
visita no oficial, no acordada...
postergado el compromiso.
Rato ameno, divertido, jolgorio;
pasan segundos, minutos y horas;
nuestro secreto juego se demora
el deseo de los dos es notorio.
Despedida de conocidos visitantes,
ausencia absoluta de voces ajenas
devela plan orquestado sin pena
por la pareja de anfitriones flamantes.
ni absueltos con indulgente oración,
ambos culpables de la acción,
el segundo plato de mesa servido.
¿Qué haremos en esta clara escena
de huesos y carnes magras con piel
que esperan dulces como la miel
entregarse como postre en cena?
Pregunta muda de miradas histéricas
inicia fugaz la planificada cruzada,
desenmascarando ganas pasadas
de pretensiones carnales históricas.